Ir al contenido principal

#221 Xixá




Este pesebre lo compré en mayo de 2017 en Porto de Galinhas (Pernambuco, en el norte de Brasil), en la tienda Luz e Arte.
Las figuras son muy alegres y coloridas y están a la sombra de una cáscara de xixá, fruto de un árbol del mismo nombre que crece particularmente en el Cerrado, una amplia ecorregión de sabana tropical de Brasil.
Este fruto también recibe otros nombres, como araxixão, chichá, mandoví, amémdoa do cerrado, castanha de macaco, amendoim de bugre, pau vidro y pau de bóia.
El vocablo "xixá" viene de la lengua aborigen tupí y significa "fruto semejante a una mano o puño cerrado", una buena descripción de la forma de este fruto, que esta formado por unas cuatro o cinco cápsulas que en su interior guardan de cinco a ocho semillas ovaladas, semejantes a almendras en su forma y cuyo sabor es una mezcla entre maní y coco.
Este fruto, exteriormente, va cambiando de color. De verde pasa a amarillo. Y cuando madura es de un rojo intenso, muy llamativo. Entonces se abre por un lateral y quedan a la vista las semillas. Cuando se abre completamente, el fruto adquiere una forma de corazón. Por eso también se le llama coloquialmente “coraçãozinho do Cerrado” ("corazoncito del Cerrado").
Sabiendo estos poquitos datos, la cascara abierta de xixá como parte de este pesebre se vuelve rica en significados...
Esa mano, ese puño cerrado que guarda lo nutritivo, lo sustancioso, lo sabroso, se abre para dar... ¿Cómo no ver en esta figura la mano de Dios Padre que se abre ante nosotros para darnos lo mejor, que es su propio Hijo?
Hijo que, además, se nos ofrece como Alimento diario...
¿Y cómo no ver en este "corazoncito" maduro, rojizo, que se desgarra para dar lo atesorado en su interior, al Corazón Sagrado del propio Jesús, su costado abierto del que brota la Vida verdadera?



Comentarios

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be

Niños invitados #39: Los "Manuelitos" de Mama Antula

En agosto de 2016 tuve la oportunidad de visitar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, de Buenos Aires, faltando pocos días para la beatificación de la fundadora de este sitio histórico, María Antonia de Paz y Figueroa . Conocida popularmente como Mama Antula, María Antonia nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1730, cuando aquel territorio dependía del Virreinato del Perú. A los 15 años hizo votos de pobreza y castidad, adoptó el nombre de María Antonia de San José y, junto a otras compañeras, bajo una forma de vida consagrada conocida entonces como "beaterio", se dedicó a asistir a los jesuitas en su labor pastoral y social, en particular en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. La figura de Mama Antula se hizo conocida gracias a su empeño por mantener vivo el carisma ignaciano luego de que en 1767 el rey español Carlos III decretara la expulsión de los jesuitas de sus territorios, lo que la movió a recorrer varias provincias del n