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Mostrando entradas de octubre, 2015

¡Cumplimos tres años!

Hoy este blog cumple tres años...  No tiene muchas pretensiones de diseño o literarias, sino más bien quisiera una sola cosa: que por unos segundos quien entre a este sitio cruce su mirada con la del Niño del pesebre. Estoy convencida de que a Él le basta un solo instante para cautivar un corazón... Por eso, como diría santa Teresa, "solo os pido que le miréis"... y que no dejen de andar nunca por las sendas de la vida que conducen a Belén. ¡Gracias a todos!

#179 Escondido

Este Niño lo compré en agosto de 2015 en una tienda del Ejército de Salvación, en Buenos Aires. Es pequeño, de yeso, y Jesús apenas si asoma sus ojitos por entre la cobija. Parece esconderse. Dice santa Teresita del Niño Jesús, en una carta a su hermana Celina, que "Jesús no quiere que encontremos en el reposo su presencia adorable". Afirma que Jesús se hace pobre para que podamos darle limosna y nos tiende la mano como un mendigo... "Jesús es un tesoro escondido, un bien inestimable que pocas almas saben encontrar porque está escondido y el mundo ama lo que brilla". Y para encontrar una cosa escondida, asegura Teresita, hay que esconderse también uno mismo. "Nuestra vida ha de ser, pues, un misterio. Tenemos que parecernos a Jesús, al Jesús cuyo rostro estaba escondido...". "Es verdad: tú eres un Dios escondido". Isaías 45,15

#178 Niño envuelto

Este Niñito lo compré en agosto de 2015 en una tienda de San Telmo, en Buenos Aires. Es pequeñito, está hecho de cerámica, cubierto con una manta de lana y acostado en una cunita tejida. Relata el Evangelio que, apenas nacido, Jesús fue envuelto en pañales por las manos maternales de María. Dios, hecho Hombre, se dejó envolver. Después del de encarnarse y nacer en las frágiles condiciones de un pesebre, éste es su primer acto de abajamiento. Un Dios desnudo. Que se deja ver vulnerable. Que se reconoce necesitado en su humanidad. Y que así, pide y permite que lo cubran, que lo envuelvan, que lo protejan, que cuiden su vida... porque Él, siendo un Niño, no puede hacer nada por sí mismo. ¿Hay mayor humildad que ésta? "Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres", dice san Pablo (Filipenses 2, 6-7). El Niñ

#177 Los pies de María

Este pesebre me lo regalaron en agosto de 2015 mamá y papá, que lo compraron en una casa de antigüedades de Mercedes, Argentina. Es una única pieza de yeso, pintada y patinada en marrón. José, en actitud de recogimiento, está de pie, apoyado en su bastón. Y la Virgen, que también está en oración, está a su lado, sentada, con el Niño Jesús, que parece dormido, sobre su falda. Por entre los pliegues del largo vestido de María asoma su pie derecho. ¿Y cómo son los pies de María? Pies inmaculados, que abren paso a la Vida. Pies descalzos, para adentrarse en el suelo sagrado de la montaña de Dios. Pies de humilde doncella, que enamoraron al Creador. Pies desnudos de toda vanidad.Pies libres de cadenas, para dar un generoso sí. Pies ligeros, como de cierva, para escalar a las alturas de Dios. Pies prontos, para acudir sin tardanza a las serranías de Judea. Pies pacientes, para esperar la Vida que viene en camino, sobre su misma senda. Pies fatigados en el camino a Belén, donde, entre dolo

#176 Llena de gracias

Este pesebre es una sola pieza pequeña de cerámica, en colores brillantes, con las figuras de José y María en adoración y el Niño... Es de la marca Santini y lo compré en julio de 2015 en la santería del Santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa , en Buenos Aires. Allí fuimos con mi familia a agradecer a la Virgen. Y me encontré con la Llena de Gracia dispuesta a dar a manos llenas las gracias que vienen de Dios. La Virgen que dijo sí, que concibió y llevó en sí al Dios hecho Hombre, la que lo dio a luz y nos lo dio en Belén, la primera que lo contempló y lo adoró, la que lo cargó en brazos y lo alimentó, la que lo educó, la que lo alentó a la misión, la que lo siguió hasta la Cruz, la que fue atravesada en el corazón por la espada, la que recibió el cuerpo sacrificado de su Hijo, la que vio corrida la pesada piedra de aquel sepulcro, la que creyó y permaneció firme en la oracion... Ésta es la Llena de Gracia. Y, precisamente, en la imagen de la Medalla Milagrosa, María