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Mostrando entradas de enero, 2015

#155 Chullo

Este pesebre lo compré en noviembre de 2014 en el centro histórico de Lima, Perú. Es una sola pieza, de cerámica, donde las figuras de la Sagrada Familia están dispuestas dentro de un chullo, gorro de lana típico de los Andes peruanos, hecho en colores llamativos y usualmente con orejeras para protegerse del frío. En muchos pesebres peruanos, el Niño Dios aparece ataviado con un chullo. Un cuento de la escritora peruana Alfonsina Barrionuevo, titulado " El hermanito de Dios ", relata de modo encantador cómo Rosendo, un muchacho de la Puna peruana, se topa en plena noche con el travieso Niño Jesús, que se ha escapado del pesebre de una iglesia y ahora tirita de frío, desnudo, entre las ortigas. "Se inclinó y tocó con miedo la espiga rubia de su pelo. El vaho que se desprendía de su cuerpo se convertía en cristales", cuenta el cuento. El Niño se puso a llorar y el muchacho se inclinó aún más para calmarle... –¡Ay wayqey! ¡Ay sunqucha, ama waqaychu! (¡Ay hermanito!

#154 Místico búho

Este pesebre lo compré en Miraflores (Lima, Perú), en noviembre de 2014. Es una sola pieza, pequeña, de cerámica en vivos colores. Las figuras del nacimiento, de estilo indígena, están colocadas como en la panza de un búho. Dicen que los búhos pueden ver en la oscuridad total. En la noche más cerrada, a la que muchos temen, el búho es capaz de ver lo que otros no. "Místico búho". Éste es uno de los apodos más peculiares que encontré de san Juan de la Cruz, poeta, místico y un verdadero experto en guiar a las almas a través de las noches oscuras... Para llegar a Dios, el alma debe atravesar su "noche oscura" y sufre la pena de reconocerse ciega, de andar a tientas, el temor de extraviarse y de no encontrar lo que tanto desea. En esa noche, a veces "adolece, pena y muere" porque el Amado parece "escondido", parece haberle abandonado... Entonces reclama: "¡véante mis ojos!". Pero sigue su búsqueda, guiada solo por la luz de la fe.

#153 Calabaza del peregrino

Este pesebre lo compré en noviembre de 2014 en el centro histórico de Lima, Perú. Las figuras de la Sagrada Familia y de los animales en el pesebre han sido grabadas y pintadas en colores ocres y tierra sobre la superficie de una pequeña calabaza, vaciada, hecha para colgar. Además de alimento, la calabaza ha sido utilizada como recipiente por muy diversas culturas desde la antigüedad. Los peregrinos del camino de Santiago solían llevar una calabaza sujetada al bastón o asida a la cintura. Dentro llevaban agua, agua para saciar la sed del camino, agua símbolo de la búsqueda interior de todo peregrino. Y es que un camino espiritual se emprende con sed, sed del Dios vivo: se sale con ansias de encontrar una fuente, la fuente del Agua Viva. "Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo", clama el salmista (Salmo 42). Esta sed nos impulsa a ponernos en marcha. Pero en el camino sentiremos mayor sed que l

#152 Excelencia

Este pesebre me lo regaló papá y fue comprado en el centro histórico de Lima, Perú, en noviembre de 2014. Está compuesto por cuatro piezas, en colores liláceos y blanco, con motivos florales ayacuchanos. El conjunto lo componen las figuras de José, María con el Niño en brazos, y dos alpacas, camélidos típicos de los Andes peruanos. Este bello pesebre es de cerámica de Quinua, un pueblo de Ayacucho (Perú) muy conocido por la elaboración de piezas de alfarería a partir de una mezcla de arcilla roja, puzolana y agua que conforma una pasta que luego se prensa en un molde de yeso vaciado sobre un prototipo confeccionado por manos artesanas. Luego las piezas se llevan al horno y se pintan a mano. Este modelo de pesebre en particular ha recibido el nombre de "Excelencia", palabra que proviene del vocablo latín "excelsus" y que puede dividirse en "ex" (fuera de) y "celsus" (elevado o superior). Por eso podría definirse la "excelencia" com

#151 ¡Para Ti es mi música, Señor!

Este pesebre lo compré en el centro histórico de Lima, Perú, en noviembre de 2014. Es una sola pieza de cerámica, para colgar, de tamaño pequeño y vivos colores. Junto a la representación del pesebre, se ve un dibujo, de estilo incaico, de un músico danzante, tocando un instrumento de viento. Es notable cómo la música atraviesa la historia del pueblo de Dios. Himnos, cánticos, salmos y danzas se reiteran en los relatos bíblicos. Incluso en el nacimiento de Jesús está presente la música a través del canto de los ángeles (Lucas 2,13-14). En el libro de los Salmos hay reiteradas invitaciones a los cantos de alabanza y a tocar música, con los más diversos instrumentos, para honrar a Dios. El último de los salmos, el 150, es uno de los mejores ejemplos: "¡Aleluya! Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso firmamento; Alábenlo por sus grandes proezas, alábenlo por su inmensa grandeza. Alábenlo con toques de trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara; alábenlo con tambores

#150 La mano de Dios

Este pesebre lo compré en Miraflores (Lima, Perú), en noviembre de 2014. Es una sola pieza, pequeña, de cerámica. Las figuras del nacimiento, de estilo indígena, están colocadas sobre la palma de una mano derecha. Es, para mi, la diestra de Dios Padre, que nos presenta y ofrece el misterio de la encarnación de su Hijo y, a su vez, lo protege y acaricia como un tesoro en la palma de su mano... Como hijos, hermanados con el Hijo, también somos llamados a hacer experiencia de las manos del Padre Dios. Las manos de Dios son creadoras: "Mi mano cimentó la tierra, mi diestra desplegó el cielo" (Isaías 48,13). "Todo lo hicieron mis manos" (Isaías 66,2). Las manos de Dios dan forma a sus obras: "Tu mano omnipotente de informe materia había creado al mundo (Sabiduría 11,17). Son sus manos las que nos han creado: "Tus manos me formaron y me plasmaron" (Salmo 119,73). "Señor, Tú eres nuestro Padre, nosotros la arcilla y Tú el alfarero: somos todos obra de

#149 Loro

Este pesebre lo compré en Miraflores (Lima, Perú), en noviembre de 2014. Es una sola pieza de cerámica, de vivos colores. Las figuras de la Sagrada Familia están dentro de una pequeña gruta, junto a dos pastores y un par de animales. Pero lo que destaca es un loro, de colorido plumaje, posado sobre el conjunto. ¿Qué hace un loro en un pesebre? En realidad, en ciertos países donde abundan estas aves en los belenes suelen verse loros junto a otros pájaros, como parte de un conjunto amplio de animales, que representa la acogida que toda la creación da al Hijo de Dios. Encontré un cuento del titiritero y escritor argentino Javier Villafañe, titulado " Recuerdo de un Nacimiento ", que, precisamente, presenta a un loro como uno de los animales destacados que acuden al pesebre. El relato describe un belén con aires de "campo argentino", con la flora típica de las pampas, ranchos de paja y hasta aljibes y carretas. Allí está el Niño recién nacido, María, José, el ángel,