Ir al contenido principal

#117 Adorar


Este bellísimo cuadro me lo regaló en noviembre de 2013 mi madrina Mari. Está hecho en óleo sobre tela.
Mi madrina pinta copiando imágenes. Yo le pedí un cuadro con una imagen de un nacimiento y le dejé una estampa de un Niño adorado por ángeles.
Cuando me entregó su creación casi que se disculpó. No estaba del todo confirme con cómo había quedado y hasta me contó un traspié en el proceso con un poco de aguarrás derramada que tuvo que enmendar...
A mi me pareció cuento: ¡El cuadro es hermoscísimo! Yo no le veo imperfecciones... Por el contrario: en contenido, es muy superior a la estampa original. En este nuevo, los ángeles tienen una actitud de adoración mucho más perfecta que en el original, donde uno de ellos está mirando para el costado, distraído vaya a saber con qué cosa...
En cambio, en el cuadro hecho por mi madrina los ángeles no pueden dejar de mirar al Niño. Están cautivados. Hay una luz que emana del pequeño Jesús que es irresistible para quienes están en su presencia. No puedo imaginar mejor actitud para un verdadero adorador.
¡Y mi madrina interpretó el sentido profundo de la adoración con su genial mano y su ojo artístico!
Adorar es reconocerse, pequeñitos como somos, ante la presencia y la grandeza de Dios, un Dios encarnado en un Niño recién nacido, fuente de Luz verdadera.

Comentarios

  1. Estoy muy emocionada con todo lo que escribiste. Tu apreciación sobre la pintura la comparto en cuánto a la adoración de los ángeles ante el niño Jesús..
    Muchísimas gracias.
    María Helena

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

#254 Un ajuar para el Niño

Este Niño precioso me lo regaló mi amiga Annie Calzia en julio de 2018. Lo trajo de Santiago de Chile y por eso acudí a Teresa de los Andes (1900-1920), carmelita chilena canonizada en 1993, para escribir estas líneas. En una de sus cartas a su prima Herminia Valdés Ossa, Teresa le da algunos consejos para vivir el tiempo de Adviento, que está a punto de empezar. "Prepárate para Navidad. Piensa todos los días en Jesús que, siendo Dios eterno, nace como un tierno Niño; siendo Todopode­roso, nace pobre, sin tener con qué resguardarse del frío. Necesita de su Madre para vivir, siendo Él la Vida", le escribe a su prima, a quien llamaba cariñosamente "Gordita". Y a continuación le hace una "lista" para que le prepare un "ajuar" al Niño Jesús: "Camisitas para abrigarlo: cinco actos de amor diarios y deseos de recibirlo en la Comunión. 'Jesús mío, ven a mi pobre corazón, que sólo desea latir por Ti'. Mantillas para envolverle sus pi

#275 El pozo de Belén

Este pesebre me lo regaló en mayo de 2019 mi amiga Daniela Temelini. El nacimiento fue hecho por la hermana de Daniela, carmelita descalza del Monasterio Santa Teresa de Jesús, de Buenos Aires. Cuando lo vi, lo que más me llamó la atención fue un aljibe al costado del pesebre. ¿Qué hace un pozo de agua allí? Lo curioso es que en Belén no hay uno sino tres pozos de agua históricos, cisternas cavadas en la roca, a poca distancia de la iglesia de la Natividad. Son los pozos del rey David, asociados al episodio de los tres valientes soldados que irrumpen en el campamento de los filisteos para buscar agua, narrado en el segundo libro de Samuel y el primero de Crónicas: "Estos tres, los más valientes de los treinta, bajaron juntos donde David, a la caverna de Adulam, en el tiempo de la siega, mientras que una tropa de filisteos acampaba en el valle de Refaím. David estaba en el refugio y había en Belén una guarnición filistea. Se le antojó decir a David: '¡Cómo me gustaría be

Niños invitados #39: Los "Manuelitos" de Mama Antula

En agosto de 2016 tuve la oportunidad de visitar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, de Buenos Aires, faltando pocos días para la beatificación de la fundadora de este sitio histórico, María Antonia de Paz y Figueroa . Conocida popularmente como Mama Antula, María Antonia nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1730, cuando aquel territorio dependía del Virreinato del Perú. A los 15 años hizo votos de pobreza y castidad, adoptó el nombre de María Antonia de San José y, junto a otras compañeras, bajo una forma de vida consagrada conocida entonces como "beaterio", se dedicó a asistir a los jesuitas en su labor pastoral y social, en particular en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. La figura de Mama Antula se hizo conocida gracias a su empeño por mantener vivo el carisma ignaciano luego de que en 1767 el rey español Carlos III decretara la expulsión de los jesuitas de sus territorios, lo que la movió a recorrer varias provincias del n